Estando Jesús, en casa de Simón el leproso, en Betania; María, hermana de Lázaro, derrama un perfume de nardo puro, sobre la cabeza de Jesús. Judas murmura contra Jesús y contra

la mujer, por el alto precio del perfume; envolviendo en esta murmuración a los discípulos. Pero Jesús dijo que esa mujer, había hecho una buena obra con Él; por ese acto profético acerca de su sepultura.