Dios escoge a hombres en los países, pueblos y familias; para bendición. Si ellos son fieles, Dios los bendice y los usa. Saúl, de una modesta familia, fue escogido por Dios

y lo hizo rey de Israel. A los dos años, Dios se desagrada; porque Saúl no hizo las cosas, como Él le mandó. Dios escoge a David. Saúl reinó treinta y ocho años, endemoniado; hasta que salió a luz, su pecado.