El Señor se le aparece a Pablo, lo llama para una gran obra, lo llena de su Santo Espíritu; para ser un instrumento útil, como Apóstol. Lo escoge para proclamar

su Palabra y presentar a Jesucristo que salva, sana, liberta y fortalece; con un llamamiento a la Santidad. La oración ferviente en integridad, nos permite interceder ante dios por nuestras necesidades y las de los demás.