los rudimentos son las primeras enseñanzas de la Palabra de Dios. Para crecer espiritualmente, adquirir madurez, fortaleza y ser útil en la Obra de Dios; es necesario ahondar en el

estudio de esa Palabra de Santidad. Este alimento espiritual sólido es imprescindible, para discernir el bien del mal con claridad: para crecer en el temor y respeto a Dios, huyendo de pecados y faltas.