Por cualquier necesidad, hay que orar a Dios y agradecer con fe; aún antes de recibir la respuesta. Jesús clamó al Padre agradeció el haberlo oído; e hizo muchas sanidades

y milagros. Con amor: Sanó enfermos, liberó endemoniados y resucitó muertos. Resucitó al hijo de la viuda y a Lázaro; por quien lloró. La Palabra de Dios se cumple hasta hoy día: Él es la Resurrección y la vida.