Dios nos exhorta a congregar, asistir al Templo para recibir sus bendiciones: paz, amor, solución a todos los problemas, trabajo, salud: provisión para todas nuestra necesidades. Clamar al Todopoderoso, por

los demás. Y la bendición indecible: después de arrepentirnos de todos nuestros pecados; nacer a una nueva vida. Superar errores y defectos; bajo la ministración de su Palabra.