La Palabra de Dios dice que los cristianos bautizados en agua, antes de participar de la Santa Cena; deben examinarse si viven en santidad y pureza, para ser dignos delante

de Dios, y recibir su bendición. El que participe indignamente, sin discernir: come y bebe juicio para sí mismo. Todos los que han participado de este Sacramento en pecado; se han enfermado, y hasta han muerto.